Jesús modelo de oración, como hijo de Dios, su forma de orar nos muestra cómo vivir nuestra filiación divina, recordemos que Jesús siempre tenía presente su relación con Dios padre, incluso siendo también hijo de María y de José.
Momentos de Jesús en Oración
- Antes de la misión: Jesús oraba antes de momentos importantes, como el inicio de su misión y el anuncio del reino. Esto nos invita a reflexionar sobre cuántas veces oramos antes de emprender nuestros proyectos y actividades.
- En la soledad: Jesús buscaba espacios de quietud para orar, a menudo retirándose en la noche o tomando una barca para alejarse. Esto nos enseña la importancia de crear un ambiente interno y externo que favorezca la conexión con Dios.
- Por sus discípulos: Jesús oraba por sus discípulos, mostrando una oración de fraternidad y comunión. Su oración no era individualista, sino que siempre tenía presentes a sus hermanos, ya sea en petición, intercesión o presencia.
La Oración en el Huerto de los Olivos
La oración de Jesús en el Huerto de los Olivos, no podemos negar que fue un momento de angustia donde su oración se centra en la voluntad del Padre: «que se haga tu voluntad y no la mía». Este ejemplo nos enseña que la oración no siempre trae consuelo inmediato, sino que es un acto de confianza y esperanza en Dios, incluso en los momentos más difíciles.
La Oración como Confianza y Esperanza
- No es victimismo: La oración no debe ser un espacio para la queja o el victimismo, sino una expresión de esperanza y confianza en Dios.
- Confianza en la voluntad del Padre: Jesús, en su desesperación, confía en que todo lo que sucede tiene un propósito divino. Esta confianza nos invita a creer que, incluso en medio de la incertidumbre y el dolor, Dios tiene un plan.
- No es sentir a Dios: Orar no se trata de buscar emociones o consuelo inmediato, sino de estar con Dios, confiando en su sabiduría y voluntad.
El Padre Nuestro como Modelo de Oración
El Padre Nuestro es presentado como el modelo de oración que Jesús nos enseñó, reflejando las actitudes que debemos tener al orar:
- Filiación: Reconocernos como hijos de Dios.
- Petición: Pedir con confianza, sin exigir ni condicionar a Dios.
- Pureza de corazón: No buscar intereses egoístas al orar.
- Sinceridad: Ser conscientes de nuestros verdaderos motivos al pedir.
- Perdón: Integrar el perdón en nuestra oración.
- Vida cristiana: Buscar una vida coherente con nuestra fe.
La Fuerza de la Oración
La fuerza de la oración no reside en nuestra devoción, sino en su unión con Jesús. Al orar al estilo de Cristo, nuestra oración se fortalece por la fe en Él. Hay que estructurar nuestra oración desde el Padre Nuestro, entendiendo que Dios es un Padre que se identifica con nuestros sentimientos. Así como un padre se alegra y sufre con su hijo, Dios participa de nuestras emociones, fortaleciendo nuestra confianza en Él.
Los Lugares para Orar
Se puede orar en cualquier lugar y circunstancia, Jesús nos invita a buscar un espacio interno de silencio para hablar con el Padre. Aunque los templos y santuarios son lugares privilegiados para la oración litúrgica y comunitaria, la oración personal puede realizarse en cualquier entorno, siempre que generemos ese espacio interior de conexión con Dios.
Jesús modelo de oración
Si quieres profundizar en este tema tan hermoso, te invitamos a ver nuestros videos ¿Cómo? En nuestro canal de YouTube hemos hecho una serie de 3 videos con la compañía del padre José Juan.
